MÉTODO PILATES
Es un método de acondicionamiento físico completo que fortalece, estira y equilibra el cuerpo, desarrollándolo como un todo, dese la musculatura más profunda hasta la más periférica permitiendo alcanzar el control de la mente sobre el cuerpo.
De hecho, desde un principio, su creador, Joseph H. Pilates lo denominó «Contrología», definiendo así la esencia de su método: la relación cuerpo y mente, defendiendo la idea de que el fortalecimiento de nuestro centro de energía o «Power House» puede conseguir el movimiento libre del resto del cuerpo.
“Unos movimientos bien diseñados y correctamente desarrollados en una secuencia equilibrada, equivale a horas haciendo contorsiones forzadas.”
Metodo Pilates
El método trabaja especialmente lo que se denomina «centro de fuerza» o «Power House», constituido por el transverso abdominal, multífidos, oblicuos, recto anterior del abdomen, suelo pélvico, diafragma, glúteos, psoas y el cuadrado lumbar.
Fortaleciendo estas partes del cuerpo se trabaja la energía «desde dentro hacia fuera», permitiendo realizar libremente los movimientos del resto de la anatomía, estabilizando el torso y protegiendo la columna lumbar.
El éxito del Método Pilates en nuestra sociedad se debe en gran medida a la eficacia que proporciona su desempeño, y al hecho de tratarse de una rutina de ejercicios personalizados, adaptable a las necesidades de cada persona.
Se puede así desarrollar el cuerpo de manera uniforme, buscando reestructurar y equilibrar el mismo teniendo en cuenta las características especiales y concretas de cada uno.
¿El objetivo?
Lograr un control preciso del cuerpo de la forma más saludable y eficiente posible.
En definitiva, conseguir un equilibrio muscular, reforzando los músculos débiles y alargando los músculos acortados.
Esto lleva a aumentar el control, la fuerza y la flexibilidad del cuerpo, respetando las articulaciones y la espalda.
De este modo, el método permite al practicante conseguir la armonía de cuerpo y mente y desarrollar sus movimientos con gracia y equilibrio.
Se trabaja con el cuerpo en su conjunto, al mismo tiempo que se aprende a disociar las diferentes partes del mismo.
Los músculos se utilizan cada uno a su debido momento, ayudándose unos a otros a conseguir el movimiento perfecto.
También permite que se puedan relajar ciertos músculos sobrecargados por su mal uso.
Joseph Pilates basó su filosofía de trabajo en fomentar «la conciencia del propio cuerpo en movimiento»: la propiocepción.
Al ser una Técnica de Desarrollo Físico Personal, otra parte importante de su éxito radica en el progreso y avance que el alumno nota en su cuerpo.
No es una técnica que se queda en realizar unas cuantas sesiones a la semana y al salir del centro deportivo se olvida.
¡Se debe aplicar a la vida cotidiana!
“Con 10 sesiones notarás la diferencia, con 20 sesiones verás la diferencia, con 30 sesiones tu cuerpo habrá cambiado.”
Este método se practica con máquinas (STUDIO) muy específicas o en el suelo en colchonetas (MAT), siempre bajo la supervisión de un profesional cualificado, en clases individuales o en grupos reducidos (máximo 8 personas).
A fin de conseguir resultados óptimos y evitar posibles daños derivados de una mala ejecución de los ejercicios, es necesaria la supervisión continua de un experto durante la realización de los mismos.
Con Pilates se consigue una notable tonificación muscular, se mejora el sistema sanguíneo y el linfático, se corrige la postura corporal y se estiliza la figura.
También desarrolla aptitudes como la atención y la disciplina en quienes lo practican logrando un dominio total de la motricidad y un mayor conocimiento del propio cuerpo, lo que aumenta la autoestima y refuerza nuestra capacidad de concentración y control.
En definitiva, con Pilates conseguimos hacernos más fuertes de cuerpo y de mente sabiendo utilizar en el momento adecuado cada uno de los músculos de nuestro cuerpo.
Por todo esto podemos decir que el Método sirve para reeducar, restaurando las curvas naturales de la columna vertebral, las amplitudes articulares (flexibilidad), eliminando así las tensiones y permitiendo un movimiento eficaz y consciente.
Se fortalece el centro, ya que el control del mismo permite los movimientos fluidos desde los cinturones pélvicos y escapulares (los cuatro miembros y la cabeza).